Con la bajada de las temperaturas comienzan las nevadas en los puntos más fríos del país. Aunque el paisaje que deja la nieve es precioso, si tienes que conducir con nieve puede que este evento no te haga tanta ilusión, ya que es mucho más difícil y arriesgado.
Si no puedes evitarlo y tienes que conducir en estas condiciones, te traemos una serie de consejos para que lo hagas de la manera más segura posible. ¡No te los pierdas!
Antes del viaje
No solo es importante el trayecto, también lo es cómo te preparas para él.
- Retira la nieve de los cristales y carga el depósito con líquido limpiaparabrisas anticongelante. Llena también el depósito de combustible.
- Kit de emergencia: puede ser muy útil que lleves un kit con comida, bebida, ropa, una linterna y un chaleco y triángulos reflectantes. Además, también debes tener guardado el número de la grúa para poder avisar en caso de avería y llevar una batería portátil para tener el móvil cargado en todo momento.
- Planifica la ruta: revisa el parte meteorológico, el nivel de tráfico y el recorrido. Elige carreteras principales, ya que es más probable que hayan echado sal y estén despejadas de nieve.
- Asegúrate de que no entra nieve en el coche y de que tienes los zapatos secos. La nieve se convertirá en agua que puede provocar que los pedales se te resbalen.
- Elige unas buenas gafas de sol: la nieve puede provocar reflejos muy molestos que te impidan ver. Lleva contigo unas buenas gafas de sol que alivien las molestias.
Durante el viaje
En general, debes conducir con una velocidad moderada y evitando cualquier movimiento brusco para tener el mayor control posible del vehículo.
- Si hay nieve en la carretera y aún no han echado sal, no circules por las marcas de ruedas que han dejado otros vehículos, ya que esta nieve estará más helada.
- Acelera con suavidad y trata de mantener siempre el coche poco revolucionado. Por ello, deberás dar prioridad a las marchas largas, sustituyendo, siempre que sea posible, la primera por la segunda.
- Trata de anticiparte y haz todas las maniobras con tiempo para evitar acelerones y frenazos bruscos.
- El hielo y la nieve hacen que la distancia de frenado sea mucho más larga, por ello, deberás aumentar la distancia de seguridad unas 10 veces.
- En caso de derrapes, gira el volante con suavidad hacia el lado contrario del derrape y no frenes de manera brusca ni retires las manos del volante bajo ningún concepto.
- Cuando arranques o subas cuestas, trata de hacerlo sin cambiar de marcha ni acelerar. En las bajadas, elige una marcha corta y trata de no frenar. Para conseguir esto, deberás tener una gran distancia de seguridad.
- En las curvas: frena antes de llegar a ellas. Si sientes que el coche se desliza una vez dentro, suelta el acelerador y mantén las ruedas en la dirección hacia la que quieres ir.
Además, existen neumáticos de invierno que pueden mejorar el agarre cuando hay nieve y hielo.
Esperamos que estos consejos sobre cómo conducir con nieve te hayan resultado útiles. Sigue atento a nuestro blog para saber más sobre conducción eficiente y segura o contacta con nuestro equipo de expertos para resolver todas tus dudas, estaremos encantados de ayudarte.